Los cuencos tibetanos tienen la capacidad de realinear o sanar el chakra corona. Esto se debe a que cada uno de estos centros energéticos posee una frecuencia vibracional única. Estas frecuencias interactúan con las vibraciones que se generan al tocar un cuenco. Como cualquier instrumento musical, los cuencos tibetanos se basan en la fricción y la vibración, como al golpearlos o rozar su borde con una maza, para producir sonido. Las ondas sonoras que se crean al tocar un cuenco tibetano interactúan con los chakras desequilibrados, provocando su autorregulación. El equilibrio de chakras con cuencos tibetanos restaura un flujo armonioso de energía en el sistema de chakras de forma natural y relajante.