La shungita es una piedra antigua, compuesta principalmente de carbono, el único mineral natural que contiene fulerenos, formaciones específicas de carbono con propiedades curativas. Oficialmente, la shungita se ha utilizado en la medicina popular desde principios del siglo XVIII, empleada por Pedro el Grande y el ejército ruso para baños y como fuente de agua purificada. Hasta la fecha, la shungita se ha encontrado principalmente en la región de Carelia, Rusia, donde se ha utilizado con fines curativos desde tiempos inmemoriales. Se cree que la shungita tiene dos mil millones de años.
Los beneficios de la shungita son numerosos, y científicos de todo el mundo investigan constantemente sus propiedades antiinflamatorias, inmunoestimulantes, neutralizadoras de toxinas y otras. Las propiedades antibacterianas de la shungita han sido confirmadas mediante pruebas modernas.
La shungita, al tener una estructura atómica muy similar a la del carbón vegetal (compuesta principalmente de carbono), puede tener beneficios metafísicos similares a los que el carbón vegetal ofrece a nivel físico: limpia y elimina impurezas. Está bien documentado que ciertas formas de carbono poseen efectos beneficiosos; el carbón activado es un ejemplo perfecto, ya que actualmente está muy de moda en productos de salud y belleza.
La shungita es un excelente conductor de energía que ayuda a equilibrar y armonizar nuestras energías internas. Gracias a sus propiedades conductoras de electricidad, es ideal como amplificador en la meditación y otras prácticas espirituales. Si estás trabajando para enfocar tu energía mental hacia un objetivo específico, la shungita puede actuar como conductor, impulsándola con mayor fuerza hacia el resultado deseado. Puede conectar tu energía con la tierra y mantenerla enfocada en tus metas, evitando que se disperse.